El popular recorrido que desciende hacia las profundidades del barranco es transitado por numerosos visitantes cada día. La belleza del entorno, lo impactante del paisaje y la posibilidad de completar la ruta haciendo barranquismo hacen de este lugar uno de los senderos estrella del parque.
A lo largo del descenso se encuentran algunos puntos que nos ofrecen fantásticas perspectivas de los cortados y de los buitres que en ellos anidan. Uno de estos puntos es el mirador que se encuentra señalizado a la izquierda del camino poco después del inicio de la ruta. La perspectiva que nos ofrece este lugar tanto del profundo tajo como de las colonias de buitres es inmejorable, sin embargo el tiempo y la falta de medios para su mantenimiento limitaron seriamente su funcionalidad. El camino de acceso al mirador se encontraba en varios puntos invadido por la vegetación y grandes piedras dificultaban el avance. Junto al mirador un redil, tradicional elemento etnográfico recurrente en nuestra sierra, aparecía derrumbado. El soporte de hormigón y piedra para cartelería informativa había perdido su cartel y por último los matorrales habían crecido hasta bloquear la visión desde el mirador. Ante esta situación el uso de este equipamiento de uso público era residual e inadecuado, ya que muchos visitantes abandonaban la zona, fuera de senderos para intentar lograr una buena panorámica del enclave, con el consiguiente riesgo tanto para el visitante como para la conservación del entorno.
Los voluntariosos participantes se resistían a hacer la parada de media mañana, pero al final a rastras y ayudados por el calor, pudimos hacer que se detuvieran para descansar y comer algo. Ese rato de reposo lo aprovechamos para hacer una introducción a las aves rupícolas de nuestro parque. Armados con prismáticos, telescopios y guía en mano, en seguida empezamos a encontrar a los habitantes del barranco. Además de los abundantes buitres leonados, que estaban ya ocupados en sus nidos, y de algunas escurridizas cabras montesas, nos visitaron roqueros solitarios, chovas piquirrojas, collalbas negras, aviones roqueros, cernícalos vulgares, multitud de pajarillos forestales y un halcón peregrino que cruzó las alturas con prisa.
Tras el parón, vuelta al trabajo para dar los últimos retoques. Una vez que el mirador, el redil y el camino estaban listos, quedaba rematar la faena. El Cabildo de los Buitres es el nombre de un antiguo mirador que se encuentra unos 20 minutos continuando el sendero. Este mirador fue clausurado al encontrarse demasiado próximo a uno de los principales cortados de nidificación de la colonia de buitres, por lo que podía afectar a estas rapaces durante los meses de cría. Sin embargo, aún conservaba un panel informativo sobre la colonia de buitres de la Garganta Verde, que retiramos días antes con la idea de colocarlo en el mirador que habíamos decidido recuperar. Así pues, colocamos el cartel en el soporte vacío y dimos por terminada la jornada de trabajo, ya solo restaba sentarse a descansar, charlar y comer mientras, ya sí, disfrutábamos de la espectacular perspectiva de tan fantástico lugar.
Desde la Asociación medioambiental O-Live, entidad coordinadora del programa, agradecemos a todos los participantes por su excelente trabajo y por hacernos pasar una mañana tan agradable.
¡Hasta la próxima!
El Programa de Participación y Sensibilización Ambiental en Red Natura 2000 es un proyecto financiado por la Unión Europea y por la Junta de Andalucía
No hay comentarios:
Publicar un comentario