Los Llanos de Líbar, próximos a la localidad Malagueña de Montejaque
fueron testigos de nuestra última actividad del Programa de Participación y
Sensibilización Ambiental en Red Natura 2000 en el Parque Natural Sierra de
Grazalema.
El carácter calizo de esta serranía configuró la orografía
del enclave en el cual la disolución de la roca por parte del agua, a lo
largo de millones de años, fue provocando el hundimiento de una zona para
acabar formando una depresión en forma de valle cerrado y alargado que recoge
las aguas hacia una sima por la que desagua. Estas formaciones geológicas,
también conocidas como poljes son frecuentes en el Parque Natural Sierra de
Grazalema y tradicionalmente han sido dedicadas a la agricultura y ganadería
por los habitantes de la sierra al tratarse de tierras planas y fértiles. Los Llanos de Líbar a casi mil metros de
altitud sobre el nivel del mar aún muestran vestigios de las actividades
humanas tradicionales. Montones de rocas, majanos, nos indican que los campos
fueron laboreadas para su cultivo y los enormes quejigos y encinas de las
faldas del valle muestran las cicatrices del carboneo. Hoy en día la ganadería
extensiva, principalmente de vacuno, es la actividad que aún se mantiene viva
en los Llanos. La enorme presión que estos herbívoros someten a la vegetación
es causa de una de las principales problemáticas de nuestras zonas adehesadas:
El envejecimiento del arbolado. El paso del tiempo, las nevadas y las
enfermedades van poco a poco tumbando a los gigantes robles de Líbar mientras
que a sus pies, los jóvenes brotes no consiguen prosperar por la continua
acción del ganado, creciendo en forma de raquíticas almohadillas. Para corregir
este problema, hace unos años se llevó a cabo una actuación consistente en la
corta a ras de suelo de estos pequeños árboles y su protección mediante un cerramiento para
fomentar un crecimiento regular de los nuevos brotes.
El pasado domingo 12 de marzo, el grupo de voluntarios se dispuso, tijera de poda en mano, a seleccionar aquellos nuevos brotes más fuertes y mejor orientados para facilitar el desarrollo de los nuevos árboles. En una jornada soleada y disfrutando de un marco incomparable unos 40 árboles fueron podados y unos 15 protectores de plástico recolocados por el pequeño grupo de voluntarios. Ahora solo queda armarse de paciencia para esperar que estos pequeños brotes vayan formándose, para llegar a ser un día parte del futuro bosque de los Llanos de Líbar. Esperamos poder volver en el futuro a este lugar para poder continuar con esta labor de mantenimiento y poder observar el crecimiento de los árboles en los que se ha actuado. Gracias a los participantes por su fantástico esfuerzo. ¡Hasta la próxima!
El pasado domingo 12 de marzo, el grupo de voluntarios se dispuso, tijera de poda en mano, a seleccionar aquellos nuevos brotes más fuertes y mejor orientados para facilitar el desarrollo de los nuevos árboles. En una jornada soleada y disfrutando de un marco incomparable unos 40 árboles fueron podados y unos 15 protectores de plástico recolocados por el pequeño grupo de voluntarios. Ahora solo queda armarse de paciencia para esperar que estos pequeños brotes vayan formándose, para llegar a ser un día parte del futuro bosque de los Llanos de Líbar. Esperamos poder volver en el futuro a este lugar para poder continuar con esta labor de mantenimiento y poder observar el crecimiento de los árboles en los que se ha actuado. Gracias a los participantes por su fantástico esfuerzo. ¡Hasta la próxima!
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