lunes, 13 de marzo de 2017

Mejoras forestales en los Llanos de Líbar




Los Llanos de Líbar, próximos a la localidad Malagueña de Montejaque fueron testigos de nuestra última actividad del Programa de Participación y Sensibilización Ambiental en Red Natura 2000 en el Parque Natural Sierra de Grazalema.

El carácter calizo de esta serranía configuró la orografía del enclave en el cual la disolución de la roca por parte del agua, a lo largo de millones de años, fue provocando el hundimiento de una zona para acabar formando una depresión en forma de valle cerrado y alargado que recoge las aguas hacia una sima por la que desagua. Estas formaciones geológicas, también conocidas como poljes son frecuentes en el Parque Natural Sierra de Grazalema y tradicionalmente han sido dedicadas a la agricultura y ganadería por los habitantes de la sierra al tratarse de tierras planas y fértiles.  Los Llanos de Líbar a casi mil metros de altitud sobre el nivel del mar aún muestran vestigios de las actividades humanas tradicionales. Montones de rocas, majanos, nos indican que los campos fueron laboreadas para su cultivo y los enormes quejigos y encinas de las faldas del valle muestran las cicatrices del carboneo. Hoy en día la ganadería extensiva, principalmente de vacuno, es la actividad que aún se mantiene viva en los Llanos. La enorme presión que estos herbívoros someten a la vegetación es causa de una de las principales problemáticas de nuestras zonas adehesadas: El envejecimiento del arbolado. El paso del tiempo, las nevadas y las enfermedades van poco a poco tumbando a los gigantes robles de Líbar mientras que a sus pies, los jóvenes brotes no consiguen prosperar por la continua acción del ganado, creciendo en forma de raquíticas almohadillas. Para corregir este problema, hace unos años se llevó a cabo una actuación consistente en la corta a ras de suelo de estos pequeños árboles y  su protección mediante un cerramiento para fomentar un crecimiento regular de los nuevos brotes.



El pasado domingo 12 de marzo, el grupo de voluntarios se dispuso, tijera de poda en mano, a seleccionar aquellos nuevos brotes más fuertes y mejor orientados para facilitar el desarrollo de los nuevos árboles. En una jornada soleada y disfrutando de un marco incomparable unos 40 árboles fueron podados y unos 15 protectores de plástico recolocados por el pequeño grupo de voluntarios. Ahora solo queda armarse de paciencia para esperar que estos pequeños brotes vayan formándose, para llegar a ser un día parte del futuro bosque de los Llanos de Líbar. Esperamos poder volver en el futuro a este lugar para poder continuar con esta labor de mantenimiento y poder observar el crecimiento de los árboles en los que se ha actuado. Gracias a los participantes por su fantástico esfuerzo. ¡Hasta la próxima!



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